Plan Nacional
Las costas se adaptan al cambio climático
Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto “Implementación de medidas piloto de adaptación al cambio climático en áreas costeras de Uruguay”, ejecutado por la Unidad de Cambio Climático del MVOTMA y financiado por Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) a través de PNUD Uruguay. En San José, donde participaron la Intendencia y la Comisión de Vecinos, la propuesta para Parador Chico incluyó, además de las cercas, el manejo de pluviales ─para que el agua no llegue a la playa por varios lugares─ y el ordenamiento de los vehículos. También se colocaron cercas en Playa Pascual y Ordeig, en esta última, a su vez, se ordenó el ingreso de los pescadores y se colocarán troncos para impedir el ingreso de vehículos. A estas propuestas se le sumaron talleres de capacitación y sensibilización con la comunidad local y con grupos de jóvenes.
“Todas estas medidas mejoran la resiliencia del ecosistema costero potenciando su capacidad de adaptación y disminuyendo la energía del oleaje y la erosión por escurrimiento de aguas pluviales en eventos de fuertes lluvias”, señala Inti Carro, de la Unidad de Cambio Climático, quien sostiene que en el caso de no emprenderse ninguna acción habría un aumento de avance del mar que erosionaría la costa y la barranca, y se produciría una pérdida mayor de los ecosistemas en el entorno costero.
Carro explica que “la recuperación dunar es considerada una medida de adaptación al cambio climático cuyo objetivo es mejorar la calidad de las playas y ecosistemas costeros mediante la reconstrucción y conservación del ecosistema dunar. Esta medida se considera de alta relevancia para la amortiguación y disipación de la energía del oleaje durante eventos climáticos extremos y por ende para la reducción de la vulnerabilidad de la zona costera frente al cambio climático”.
El proyecto también está trabajando en recuperación del ecosistema costero en los departamentos de Colonia, San José, Canelones y Maldonado. Se espera que los gobiernos locales generen capacidades que les permitan adaptarse al cambio climático y hacer un monitoreo ambiental de sus ecosistemas costeros con participación de la comunidad. Una política que está en sintonía con las políticas del Estado relacionadas con el cambio climático y la variabilidad climática.